Y si prestaron atención habrán visto que dije recorriendo el hotel, que era muy muy grande. Estuvimos en el Hilton Waikoloa Village en Kona (‘the big island’). Tenía unas 5 piletas y unos 10 lugares para comer, además de flora y fauna de los más curiosa, y trenes y barcos para ir de un sector a otro.

Y sí, me pillaron: no salimos mucho del hotel. Sí fuimos a la playa, pero la sombra era provista únicamente por palmeras. Es decir, una sombra que dura 10 minutos antes de que tengas que cambiarte de reposera (y así sucesivamente). Y como tomar sol al mediodía hace mal, preferimos la playa del hotel, que tenía sombrillas. Era una especie de laguna con peces y tortugas, e hicimos kayak y snorkel (puede que hasta hayamos perseguido a una tortuga).

Claro que sí salimos para ir al supermercado! Apenas entré me dieron la bienvenida estas bonitas frutas del dragón o pitayas. No compré una entera porque pesaba una libra completa y costaba 7 dólares.

Por suerte también vendían una bandejita con rebanadas de pitaya a menor precio, porque tampoco me podía ir sin comprarla.

A que es bonita? Ya estaba advertida de que no saben tan bien como se ven, aunque claro que tampoco son feas. Solo tienen poco gusto. Como una granada que probé una vez y tampoco tenía mucho gusto (por qué será que las granadas no son populares acá?).
Así que no me pregunten a qué saben las granadas o las pitayas, pero sí puedo decir que estás últimas manchan! Creo que podrían usarse como colorante natural; como las remolachas, pero más aceptable.

Bueno, y aquí está mi parte favorita de irse de vacaciones: el desayuno!

El Big Island Breakfast, como su nombre lo indica, era grande. Era un buffet con chef de omelettes, facturas y tortas, frutas, cereales, desayunos típicos japoneses y estadounidenses, etc. (en Hawaii hay mucho turismo de Japón ya que, aunque no parezca, está bastante cerca).

Mis preferidos fueron los croissants y los muffins de ananá, que sabían igual que un ananá real, pero en un muffin!

Claro que no desayunamos buffet todos los días, ya que hay que cuidar el presupuesto peso. Este fue mi desayuno en Lagoon Spoon. Una contundente mezcla de dos cereales y dos toppings: mini galletitas, bolitas de chocolate, coco tostado y m&ms, acompañado por jugo de guava. Ponerle m&ms a los cereales es una decisión muy inteligente.

Esta bonita ave es un tipo de cacatúa, que tiene que ver con la comida no porque alguien lo pensara comer, sino porque se llama Butterscotch (una combinación de azúcar negra y manteca). También es lindo no??

Y, claro está, también fuimos a un luau! Una fiesta típica hawaiiana, que incluyó un show de baile y malabaristas con fuego; y un buffet famoso por el cerdo Kalua, que se cocina en una especie de horno debajo de la tierra.

Desafortunadamente no tengo fotos, solo esta en la que salgo tomando un mai tai al final. Debo admitir que mejor hubiera pedido una piña colada; el ron oscuro tenía un sabor acaramelado que me pareció que no combinaba con la naranja y ananá.

Y bien, eso es todo por ahora. Mi próximo post será sobre mi estadía en Los Angeles, incluyendo una visita a cierto famoso negocio de cupcakes ;)